Parte I: sobre los desechos peligrosos en la USB

Por este medio queremos hacer del conocimiento de la comunidad algunos elementos importantes sobre el problema de desechos peligrosos y la escasez de agua en la Universidad.

Sobre los desechos peligrosos reconocemos que la USB tiene un problema muy importante de pasivos ambientales (desechos peligrosos) que ha venido acumulando por lo menos en los últimos 18 años (pero que podríamos llevar mucho más atrás, quizás, en todos sus 40 años) y que no ha podido resolver a la fecha adecuadamente.

Reconociendo que es un problema muy importante, hemos (en los meses que llevamos de gestión): 1) ordenado despejar un espacio de 80 m2 en la zona de Servicios Generales conocida como Almacén el Olvido para acoger los desechos temporalmente, 2) Iniciado un proceso de licitación para el traslado y disposición final de esos pasivos ambientales.

Licitación cuyos resultados se conocerán en el CD del 24/03, 3) Se está construyendo en la misma zona de Servicios Generales un nuevo galpón de 70 m2 para servir también de receptor de los desechos temporalmente y 4) Se reparará el techo del Almacén del Olvido (iniciativa de la comunidad de QYP y Planta Física) para adecuar el espacio previsto para los desechos.

Además de eso nos hemos reunido, en diciembre 2009 y en febrero 2010 con la comunidad de QYP, con los integrantes de la Comisión de Licitación de los Desechos, con los miembros de la Comisión de Salud y Seguridad Laboral, con la Unidad de Laboratorios y con profesores de la UGA para tratar de dar una rápida solución al problema, cumpliendo con todas las disposiciones legales que nos exigen las leyes y regulaciones nacionales.

Parte de las reuniones sostenidas han sido para adelantar un Plan B que nos permita tener lista una respuesta a aquellos desechos que no se puedan sacar de la Universidad como resultado de la Licitación.

Ciertamente, en nuestra reunión de diciembre 2009, acordamos con la comunidad de QYP que el 1ro de marzo era la fecha en la que deberíamos mover los desechos de ese edificio. Sin embargo, era la opinión de los miembros del Comité de Licitación, de la Dirección de Seguridad Integral, de la Unidad de Laboratorio y de algunos de los miembros del Comité de Salud que de moverse los desechos se perderían las condiciones de la licitación (que por lo demás culminaría 24 días después) y que un mal manejo de los mismos pondría a la USB en una situación legal muy débil. Posiblemente, en nuestro deseo de encontrar una solución al problema, cometimos el error de fijar una fecha. Ello sin embargo no debe impedir hacer lo correcto y buscar la construcción de consensos (a diferencia de imposiciones que no se compadecen con la vida universitaria).

Por otra parte, sólo con la comunidad de QYP acordé la fecha del 1ro de marzo. No es cierto que lo acordé con alguien más. Tampoco es cierto que coordiné con nadie la movilización de desecho alguno. Más aún, sin autorización o mediación del Vicerrectorado Administrativo, se busca apoyo en distintas unidades de la USB para la movilización de desechos que terminaron el el Rectorado, no se consiguió ninguno, en lo que fue una respuesta correcta de todas las instancias de la universidad. Sin embargo, sí que habíamos acordado que se le abriría el espacio del Almacén del Olvido si decidía mover los desechos para allá, nada más.

Estamos activamente (con hechos) buscando una solución al problema de los desechos, que entendemos como uno muy serio. Esas soluciones deberán cumplir a cabalidad las regulaciones nacionales y no expondrán a nadie a riesgos innecesarios de salud.

Por último, el manejo de los pasivos ambientales de la USB, depende de muchas instancias (no sólo del Vicerrectorado Administrativo como pareciera a veces desprenderse) y en este momento todas están trabajando coordinadamente para construir una solución sostenible.

William Colmenares