Gobierno no responde ante crisis presupuestaria en las universidades

En la USB algunos servicios sólo podrán funcionar hasta mayo

Soraya Villarreal

Departamento de Información y Medios USB

15-03-2010.- La crisis presupuestaria que mantiene en alerta a las universidades venezolanas, de cuyas consecuencias está en cuenta el Ejecutivo Nacional, no ha tenido ninguna respuesta concreta por éste, a pesar de las reiteradas reuniones realizadas donde se ha explicado en detalle las causas y la necesidad imperante de solventarla, toda vez que ya se ha advertido que el presupuesto del año 2010 sólo alcanza para cubrir gastos hasta la mitad del año.

El vicerrector administrativo de la USB, William Colmenares, informó que el pasado martes 9 de marzo asistió, junto a representantes de la Unefa, ante una Comisión Técnica de la Opsu, donde la Simón Bolívar presentó una exposición acerca de las insuficiencias presupuestarias del año 2010; “se habló del origen, las causas, los montos y las consecuencias de la crisis para nosotros y para la educación venezolana, y, a pesar de reconocer la gravedad del problema, así como la deuda del año 2009, no hay respuesta concreta sobre un crédito adicional”.

¿Cuáles son las cifras que muestra la USB ante los organismos del Estado?

Todas las universidades están teniendo estas reuniones, y, en lo que corresponde a la USB, los números están a la vista: la deuda de 2009 es poco más de 28 millones de bolívares, y las insuficiencias del año 2010 son del orden de los 300 millones.

El presupuesto de la Universidad tiene varios componentes y el mayor aporte es el del Ejecutivo Nacional, que este año es de 339 millones, exactamente igual al del año pasado. Con los otros componentes, el presupuesto llega a 356 millones de bolívares, ubicando en 20 millones de bolívares por debajo el monto de este año frente al de 2009, que llegó a 376 millones de bolívares.

Además de este cálculo comparativo que hace la Universidad, sobre los presupuestos 2009-2010 está también la incidencia de la inflación, que en el caso de las instituciones tiene mayor impacto, debido a que el control de precios en algunos productos sólo se da en las compras al detal y no al mayor como necesariamente tiene que comprar una institución como la nuestra.

Otro factor que afecta considerablemente el ya mermado presupuesto, es la devaluación del bolívar, que de 2,15 pasó a 2,60 para “productos fundamentales” y a 4,30 para el resto de importaciones; en la USB hay equipos y rubros cuyos pagos deben hacerse al cambio más alto y hay otros, como las inscripciones de los congresos internacionales, en los que hay desconocimiento sobre cuál será la tasa de cambio a aplicar.

Hay que señalar que en el año 2009 la USB contó con 376 millones de bolívares, más un auxilio financiero por 6 millones y finalizó el año con deudas por el orden de 28 millones de bolívares; ese simple cálculo nos demuestra que de no recibir nada adicional al presupuesto aprobado (de 356 millones), algunas funciones no podrán atenderse todo el año. Algunas únicamente podrán ser atendidas hasta mayo; entre éstas, comedores y transporte estudiantil, limpieza y mantenimiento.

¿Cómo afrontará la Universidad el panorama que se avizora para los próximos meses?

El drama que se avecina para la USB es que dentro de pocos días los directores de las dependencias administrativas y el Vicerrectorado, nos tendremos que sentar con las contratistas que mantienen sus servicios para invocar la cláusula de terminación temprana de contrato por falta de presupuesto, pues a partir de junio, la Universidad no tendrá capacidad de pago de ninguno de los servicios.

A pesar de que un almuerzo en Sartenejas (sopa, secos, jugo, fruta y pan) sólo nos cuesta un poco más de 16 bolívares, no tenemos cómo asumir los costos del comedor; ni los del transporte, que moviliza a más de un millón de estudiantes al año en rutas urbanas y extraurbanas; tampoco habrá recursos para retirar las 7 toneladas de basura que se generan diariamente; el HCM cubrirá a sus asegurados hasta octubre, y en lo que corresponde a las tareas de mantenimiento diarias, no habrá recursos para cambiar bombillos, filtros de agua, atender demandas de pintura, reparaciones de albañilería, fugas de agua, aire acondicionado, lámparas. No habrá recursos para insumos médicos ni de seguridad y tampoco para culminar obras de la sede del Litoral, como el auditorio, la proveeduría estudiantil, el edificio administrativo, y la biblioteca.

En Sartenejas, quedan aplazados los planes de construcción de los Pabellones 3, 4 y 6; los planes de compra de 4 unidades de transporte (2 para Sartenejas y 2 para la sede del Litoral), faltan 9 millones para la Biblioteca. No hay manera de terminar el año con esta situación.

La directora general vice-académica de la Universidad Bolivariana de Venezuela dijo que los fondos para las universidades deben determinarse de acuerdo con la matrícula ¿Comparte esa opinión?

Se habla de que la asignación del presupuesto dependerá de la matrícula estudiantil y en ese sentido podemos demostrar como la USB ha venido aumentado su matrícula desde el año 2000, cuando tenía algo más de 5000 estudiantes y, en contraste, hoy en día tenemos alrededor de 14 mil y nuestra situación presupuestaria está peor que nunca.

Por otro lado, la universidad no es una institución que se dedica solamente a graduar profesionales, no somos una institución de educación terciaria, sino que nos distinguimos de ese perfil por ser una institución de educación superior, esto es, donde se generan nuevos conocimientos, donde hacemos investigación y extensión, hacemos transferencia de conocimientos e innovación a la sociedad.

Convertir a la universidad en un lugar donde sólo se impartan clases, es decretar su muerte y banalizar el problema, pretendiendo resolverlo a corto plazo, con un populismo insostenible, lo que pone en riesgo el futuro del país, pues no hay manera de crecer, ni de tener desarrollo sustentable, si no es a través de la innovación que se apoya en la generación de conocimientos y que en nuestros países se produce, fundamentalmente, en las universidades. Quizás sea bueno recordar al Jefe de Estado de Nepal, quien, en el marco del proyecto Room to Read dijo: “Quizás seamos demasiado pobres para poder costear la educación. Pero, seguiremos siendo pobres hasta que tengamos educación”

Asociado a la matrícula está el problema de la admisión a la Universidad. La USB reconoce que es necesario un sistema nacional de admisión -que no necesariamente debe ser igual para todas las universidades- a través del cual se trabaje en disminuir la brecha en el acceso a la educación y se ofrezca igualdad de oportunidades para todos. La Simón Bolívar, con 40 años de experiencia en la admisión de sus estudiantes que luego, con una alta probabilidad, egresarán como los profesionales que requiere el país, tiene mucho que decir en ese sentido y aportar en la construcción de ese sistema nacional de admisión y lo que pedimos es un espacio de diálogo abierto y sin prejuicios para la franca discusión. Hemos demostrado en estos 40 años que sabemos escoger a nuestros estudiantes.